De acuerdo con la hoja informativa publicada, la aplicación excesiva e impredecible de la FCPA impone un costo creciente a la economía de Estados Unidos, dado que a las empresas estadounidenses se les prohíbe participar en prácticas comunes entre competidores internacionales, lo que crea un campo de juego desigual.
Esta medida se enmarca en la política “America First” llevada a cabo por la nueva administración, donde se considera esencial reducir las regulaciones onerosas que obstaculizan la operación eficiente y competitiva de empresas estadounidenses en el escenario mundial. (Casa Blanca)