Editorial N1 Año 2024
En esta primera edición, las iniciativas alcanzan a una serie de países que en conjunto explican más del 60% del producto industrial mundial. Se trata de Brasil, China, Estados Unidos, India, España, México y la Unión Europea (UE). Dentro de la UE a su vez se analizan los casos de España e Italia. Las novedades están agrupadas por áreas: desarrollo industrial, transformación digital, capital humano, internacionalización y sustentabilidad.
Las temáticas elegidas se vinculan con las transformaciones que está atravesando el mundo en relación con la digitalización, la sustentabilidad y el rebalanceo de poder. Son tendencias que tienen impacto directo sobre la producción y el trabajo y que se han intensificado en los últimos años, especialmente a partir de la disrupción que significó la pandemia.
La digitalización de la producción, en el marco del nuevo paradigma de la industria 4.0, brinda enormes oportunidades para el incremento de la productividad pero tiene obstáculos en su implementación por los costos, tiempos y capacitación que demanda. También por los requerimientos en cuanto a infraestructura de conectividad y esfuerzos de vinculación entre el sector productivo y de formación, que permita adecuar las calificaciones a las nuevas necesidades. La transformación digital es una agenda clave para que las PyME achiquen su brecha tecnológica con las grandes empresas y con los países más desarrollados. Al mismo tiempo, es un área estratégica sobre la cual la base local en software y capital humano tiene gran potencial de desarrollo.
La agenda de sustentabilidad modifica el paradigma productivo, no solo por el desafío de reducir las emisiones de carbono y transformar la matriz energética, sino también porque incorpora nuevas dimensiones como la gestión de residuos, la producción circular y la trazabilidad. Para el entramado PyME, es una agenda que implica cada vez más obstáculos por las nuevas regulaciones, las barreras para-arancelarias en el comercio exterior y los esfuerzos financieros para la adaptación a los nuevos requerimientos. Sin embargo, es un tema que también ofrece oportunidades para las empresas que se puedan orientar a esto nuevos mercados.
Finalmente, el rebalanceo de poder y el reacomodamiento de las cadenas de valor cambia la mirada sobre la internacionalización de las empresas. En un mundo bajo tensión geopolítica y con un escenario de mayor incertidumbre, las estrategias comerciales y de inversión cambian e incorporan nuevas dimensiones como objetivos estratégicos y de autonomía. El comercio internacional mantiene su dinamismo pero en algunos frentes se cierra y crecen las dificultades para competir internacionalmente así como para proteger a la producción local de la competencia desleal.
Bajo estas megatendencias, la política industrial vuelve a estar en el centro de la agenda y son cada vez más los países que elaboran programas industriales ambiciosos a tono con las nuevas oportunidades y riesgos del mapa global. El desafío para la economía argentina, y el entramado PyME en particular, es de una magnitud relevante, agravado por los obstáculos propios de la coyuntura local. Tener presente el benchmark internacional y las políticas específicas que los países están implementando, será clave para no aumentar el rezago con los competidores e incorporar las lecciones y aprendizajes de otros casos para dinamizar al tejido productivo local.
Desarrollo Industrial
El resurgimiento de la política productiva ya es una realidad concreta en varios países, también en aquellos en desarrollo. Los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (ver publicaciones de interés, p. 20-22) y de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO), recopilan las experiencias de países de África, Asia-Pacífico, Europa del Este y América Latina y el Caribe y brindan recomendaciones concretas para escalar y mejorar las políticas. También resaltan la importancia del sector industrial para hacer frente a los desafíos en materia de empleo, tecnología y ambiente y encuentran que los objetivos económicos tradicionales de las políticas industriales (el crecimiento, la productividad y la competitividad) están siendo complementados con nuevos propósitos. En el caso de los países de ingreso bajo, se observa una mayor atención a los retos sociales mientras que en los países de ingreso alto surgen objetivos estratégicos (resiliencia y autonomía).
En este marco, Estados Unidos busca reestablecer su liderazgo mundial en la fabricación de chips mediante inversiones directas de hasta 8.500 millones de dólares y la Unión Europea aprueba la Ley de la Industria de Cero Emisiones Netas, con el objetivo de recuperar terreno en la carrera mundial por tecnologías ecológicas y afianzar la autonomía estratégica. A su vez, España presenta el anteproyecto de una nueva ley industrial para mejorar su competitividad en línea con la política industrial europea e Italia busca reconvertir zonas industriales abandonadas a través de un programa de desarrollo para el sector naútico. Los anuncios en Europa ocurren a la par del reciente Informe Draghi que realiza un minucioso diagnóstico sobre el rezago de la industria europea frente a Estados Unidos y China y traza una hoja de ruta para revertir dicha brecha.
Los países emergentes también cuentan con iniciativas para fortalecer sectores estratégicos. Brasil avanza en su plan de Nueva Industria Brasil (NIB) y, por ejemplo, financia la adquisición de 10 aviones Embraer para la aerolínea Azul con el objetivo de ampliar su capacidad de transporte aéreo mientras que India aumenta 15% el arancel de importación de teléfonos móviles para promover la industria nacional.
Muchas de las políticas cuentan con un foco particular en las PyME. México lleva a cabo una rueda de negocios de MiPyME del sector biomédico, industria en la cual ha superado a China como principal proveedor de Estados Unidos. Sobre este segmento de empresas, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) construye un Índice de Políticas PyME que resume la situación comparada de los países a partir del análisis de indicadores para nueve países de América Latina (incluído Argentina).
Transformación Digital
La transformación digital se aceleró notablemente con el avance de la Inteligencia Artificial (IA) y son cada vez más los países que implementan medidas concretas en este frente. India aspira a liderar la innovación global y organizó una cumbre global de IA, mientras que Brasil lanzó el Plan Brasileño de Inteligencia Artificial que prevé una inversión de cerca de 4.000 millones de dólares. En cuanto a América Latina y el Caribe, en 2023 se estimó que la IA podría producir un incremento de hasta un 5,4% del PBI. Con este panorama, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) elaboró una guía de buenas prácticas en torno al diseño participativo e implementación de políticas públicas de inteligencia artificial.
Las oportunidades que brinda la digitalización conviven con una serie de desafíos, especialmente para las empresas de menor tamaño relativo. La OCDE publicó los resultados de relevamientos realizados a PyME de siete países sobre las trayectorias digitales y su brecha con las grandes empresas. Encontró que si bien las PyME identifican en las herramientas digitales la posibilidad de aumentar las ventas, la eficiencia y la resiliencia presentan una serie de obstáculos, principalmente asociados a los elevados costos. También alerta sobre el rezago en la adopción de prácticas de seguridad digital. En consonancia con este diagnóstico, la mayoría de los países relevados cuentan con medidas específicas para el entramado PyME tanto para favorecer la incorporación de herramientas como para acelerar la capacitación. China aumenta las garantías en préstamos destinados a PyME de base tecnológica sumando recursos para el apoyo a la innovación tecnológica. España lanza un programa de transformación digital dirigido a equipos directivos y trabajadores de PyME en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Italia otorga 75 millones de euros en bonos para fomentar la transformación digital de las PyME mientras que México conforma la Alianza para la Transformación Digital de las MiPyME con el objetivo de fortalecer las capacidades y habilidades de las empresas. Por último, la Unión Europea presenta una nueva herramienta para ayudar a las PyME a evaluar su grado de madurez digital. En cuanto a la ciberseguridad, el tema va en auge y Estados Unidos anuncia nuevas medidas para mitigar los riesgos de seguridad en materia de IA.
El apoyo público a la innovación sigue siendo determinante. La OCDE analiza las modalidades de apoyo a la innovación y encuentra que la mayoría de los países de la OCDE y la UE brindan incentivos fiscales, que explican el 60% del apoyo a la I+D empresarial. Pese a esta tendencia, hace una recomendación de mayor direccionalidad del gasto para orientar la innovación hacia prioridades específicas. Finalmente, un informe de la UNCTAD alerta sobre el impacto ambiental de la economía digital y plantea la necesidad de estrategias de digitalización enfocadas en productos duraderos, consumo responsable, reciclaje y modelos de negocio sostenibles. El informe pondera también la oportunidad que la digitalización abre para los países en desarrollo con reservas de minerales críticos (como Argentina con el litio) y resalta la importancia de añadir valor a estas materias primas.
Capital Humano
La agenda de digitalización está directamente relacionada con la necesidad de formación de recursos humanos en nuevas habilidades. La importancia de este tema se vincula con los resultados de la encuesta de la OCDE a micro pequeñas y medianas empresas que identificó que la falta de conocimiento sobre las herramientas digitales y la falta de experiencia sobre cómo iniciar la transformación digital representan la principal barrera a la digitalización.
En concordancia con este diagnóstico y teniendo en cuenta que se trata de una agenda que requiere fortalecer la vinculación entre el sector productivo y las empresas, los países analizados están llevando adelante medidas orientadas a la formación profesional y la educación dual.
Algunos invierten en políticas para la formación técnica. Por ejemplo, Brasil ofrece 140 mil nuevas vacantes para cursos técnicos a partir de la creación de 100 nuevos institutos federales. Otros, en tanto, implementan medidas de formación dual. España fortalece el carácter dual de la formación profesional con prácticas educativo-laborales de mayor duración y calidad en empresas mientras que India apuesta a fortalecer la vinculación entre conocimiento teórico y práctico con la creación de la figura de profesor de prácticas en educación técnica. También hay países que impulsan reformas educativas con estos temas como ejes centrales. Italia busca aumentar la oferta de trabajadores mediante una reforma educativa que establece un puente entre secundaria y técnica superior, el Partido Comunista de China resuelve realizar una reforma integral en educación, ciencia, tecnología y recursos humanos para modernizar al país y México evalúa modificar el plan de estudios del bachillerato para ampliar la modalidad dual, buscando un desarrollo integral de los alumnos. Por último, la Unión Europea define un plan de acción para abordar la escasez de mano de obra y capacidades en sus Estados miembros buscando impulsar su competitividad y resiliencia económica y social.
Internacionalización
Pese al contexto de crecientes disrupciones sobre las cadenas globales de valor, el comercio internacional mantiene el crecimiento. En su Global Trade Update, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señala el crecimiento mundial tanto del comercio de bienes como de servicios explicados por el aumento de exportaciones de China, India y EEUU, el mayor comercio Sur-Sur y el crecimiento del comercio en sectores relacionados con la energía verde y la IA. Sin embargo, alerta sobre los riesgos que implican las tensiones geopolíticas, el aumento de los costos de transporte y las políticas industriales emergentes, que podrían modificar los patrones del comercio global.
Frente a este riesgo, un working paper del Banco Mundial (BM) analiza la viabilidad de que los países en desarrollo identifiquen y promuevan estrategias de desarrollo basadas en la exportación. A diferencia de los países desarrollados, estos países se encuentran limitados por las reglas del comercio internacional y carecen de espacio fiscal para grandes programas de subsidios. La recomendación es adoptar un enfoque alternativo donde las agencias de promoción de exportaciones tengan un rol central para hacer crecer a los sectores exportadores.
En otro informe de la UNCTAD, se muestra el contraste entre la evolución del comercio y el crecimiento mundial (que crecieron más de 3% promedio por año desde 2010), con el estancamiento que muestra la Inversión Extranjera Directa (IED). Los datos se complementan con el informe de IED de la CEPAL que en 2023 mostró una una disminución de los flujos mundiales de IED por segundo año consecutivo. Como novedad, el informe realiza un análisis de la IED subnacional para 5 países de la región entre los cuales hay datos para las provincias de Argentina. Como señalan los informes, tanto el comercio como la IED se focalizan en las nuevas agendas y las necesidades concretas de infraestructura. Por ejemplo, España destina 25 millones de euros a financiar proyectos sostenibles de empresas españolas en Latinoamérica mientras Brasil establece un acuerdo de 1.700 millones de dólares con bancos asiáticos para inversión en infraestructura y México presenta el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) en Washington, proyecto que establecería un puente comercial interoceánico. A partir de la mayor selectividad que ahora tienen los flujos de IED, India se plantea una reforma de su política de inversión extranjera directa (IED) en medio de pedidos de empresas locales y chinas de relajación de las normas de inversión mientras que Italia explora el alcance de una asociación estratégica con China.
Las tensiones geopolíticas se reflejan en la apelación china ante la OMC para impugnar la imposición de aranceles adicionales a la importación de vehículos eléctricos por parte de la UE, en el apoyo de Estados Unidos a la reautorización de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA) haciendo foco en los acuerdos comerciales bilaterales que superan los 16.000 millones de dólares y en el anuncio de la Unión Europea junto con los Estados del Pacífico de la plena implementación de su Acuerdo de Asociación Económica interino.
Finalmente, un informe de la CAF evalúa la capacidad de América Latina y el Caribe de aprovechar los cambios que se presentan en las cadenas globales de valor. Se analizan indicadores que rankean a 68 países en una serie de variables y se concluye que la región está rezagada en los indicadores relacionados con la tecnología pero está mejor posicionada para aprovechar los impulsores geopolíticos y de sostenibilidad.
Sustentabilidad
La agenda de sustentabilidad abre numerosos frentes para los países en desarrollo. Un informe de la CAF pone de manifiesto la necesidad de realizar una transición energética acorde a las realidades específicas de cada país. Se hacen recomendaciones en materia de oferta y de demanda, entre las que se encuentran lineamientos para la descarbonización de 3 sectores clave de la industria (cemento, acero e industria química). Además, se señalan los desafíos macroeconómicos de este proceso, junto con las oportunidades de desarrollo productivo que se derivan de los minerales críticos y el powershoring.
Entre los anuncios relevados, se destaca la transición de los países hacia matrices energéticas renovables. Brasil inaugura el mayor parque eólico del país realizado por Pan American Energy. China anuncia su Plan de Acción de Ahorro de Energía y Reducción de Carbono 2024-2050 que promueve la transformación verde integral. A su vez, España concede una subvención de 150 millones de euros al proyecto Green Cobra de hidrógeno verde. Estados Unidos busca acelerar la fabricación de bombas de calor eléctricas locales para la creación de energía limpia en el país. En tanto, India invierte en el desarrollo de aldeas solares autosustentables. Italia planea reducir su dependencia de los combustibles fósiles importados mediante el resurgimiento de la energía atómica. México lanza el programa Eco Crédito Sustentable para impulsar proyectos que reduzcan la huella de carbono e inviertan en eficiencia energética. Finalmente, la Unión Europea lanza su Agenda Estratégica 2024-2029 y establece entre sus objetivos perseguir una política industrial verde.